miércoles, 23 de abril de 2008

Stephanie Nuttall: "Luca era más sensible que salvaje"


La primera baterista de Sumo dice que "Luca" la movilizó y desmiente la leyenda de que actuaba en ropa interior.


La británica Stephanie Nuttall fue la primera baterista de Sumo.

La aliada creativa de Luca Prodan en esa loca y desconcertante aventura de armar un grupo en Argentina, el país donde el amigo Timmy McKern (posteriormente manager) recibió al cantante para que llevara adelante su plan de desintoxicación. Nono, en Traslasierra, fue el paisaje elegido para combatir el síndrome de abstinencia.


Stephanie aterrizó aquí a fines de 1981, al poco tiempo de la separación de su banda Manicured Noise, crédito de Manchester contemporáneo a Joy Division.


¿Cómo se conocieron Stephanie y Luca?


El contacto se dio en Londres, residencia de Stephie tras su frustrado intento en el rock business.

Luca era el novio de Linda, su compañera de piso. Por todo esto, conseguir a Nuttall era imprescindible para Rodrigo Espina, director del documental Luca, sobre la vida y obra del hombre que revolucionó al rock argentino de la década de 1980.


Espina la quiso y Espina la tuvo a fines de 2007, cuando viajó a Europa para rastrear los afectos del Prodan pre estrella de rock.


“Me sorprendió cuando Rodrigo me contactó –dice Nuttall desde Londres–. Antes de rodar con él, estaba preocupada de que mi contribución no fuera buena. Es que en ese momento a mi madre le habían diagnosticado demencia vascular (lamentablemente falleció) y yo estaba muy movilizada.


Así, se me hizo muy difícil conectar con el pasado, en el que estaba el dolor por la muerte de Luca. Pero lo intenté, y busqué a través de fotos, cartas, recortes de diarios y otras cosas personales que guardo de esa época”. “La experiencia de conocer a Rodrigo y a su equipo tuvo un profundo efecto en mí, más cuando descubrí que Timmy venía con ellos.


Corrí hasta la tienda donde estaba, lo abracé, lo besé y lloré de felicidad. Cualquiera que conoce a Timmy sabe que él no es muy expresivo. Debo haberlo avergonzado, pero lo tomó bien. Cuando los dejé, sentí que algo se había destrabado. Y todos los recuerdos y emociones volvieron”, añade.


–¿Recordame cómo fue que aceptaste la invitación de Luca para tocar en Sumo?


–Cuando me mudé a Londres en 1980, trabajaba para el Gobierno en la oficina de impuestos. No era muy feliz allí y, aunque me fui de Manchester con la intención de seguir tocando, Manicured Noise ya no existía.

Cuando Luca me dio la oportunidad para tocar en la Argentina, no lo dudé y renuncié a mi trabajo. A mis padres nos les hizo gracia. Era joven, libre y no del todo soltera. Estaba dejando un novio atrás, pero era más importante la aventura de tocar.


–¿Creés que la obra solista de Luca se disparó en el ambiente bucólico de Nono? ¿O ya había sido concebida en un paisaje inglés similar?


–Fui una sola vez a Nono, cuando paré por unos días en la casa de Timmy, al pie de las montañas. No creo que haya lugares así en Inglaterra.

Creo que fue Nono el paisaje que influenció a la música de Luca. Recuerdo cierto elemento mágico en ese área y siempre consideré que Luca, en el fondo, era un espíritu más sensible que salvaje.


–¿Por qué Manicured Noise no siguió la huella de Joy Division?


–Es una pregunta difícil de responder. Hay miles de razones por las cuales el grupo se separó.


Cuando me refiero a Manicured Noise, mis pensamientos se mueven en círculo. El único comentario que puedo hacer al respecto: cualquier tipo de relación entre personalidades y mentes creativas a veces funciona y a veces no. Poderosa fuerza creativa


–Cuando conociste a Luca, ¿era un chico común o ya se vislumbraba genial?


–Poco antes de que lo conociera, su hermana Claudia se había suicidado. Fue una época triste.


De movida, él me intrigó. Como dije en muchas ocasiones, nunca confié en los adictos a la heroína, pero Luca fue la excepción. Era especial, creativo, divertido, inventivo, compasivo. También podía ser irresponsable. No entendía qué significaba ser un genio cuando lo conocí; sí recuerdo haber percibido en él una interesante fuerza creativa.


–¿Cuál es tu máxima contribución a la obra de Sumo?


–Pinini Reggae. –¿Es cierto que tocabas en ropa interior?


–Esta cuestión me hace reír. Sucedió que, en un festival en un estadio de fútbol, usé una bikini porque hacía muchísimo calor, por lo menos para mí. Los ingleses no estamos acostumbrados a un clima tan caluroso. Eso se mitificó, sin dudas.


–Te tuviste que volver por la guerra de Malvinas. ¿Thatcher era la Bush de los ‘80?


–Fue muy triste saber que me tendría que ir. Para mi familia fue muy atemorizante, porque no pudieron comunicarse conmigo por un tiempo. Estaba más preocupada por tratar de quedarme en la Argentina, confiaba en la gente con la que estaba y sabía que iban a cuidarme, pasara lo que pasara. ¿Margaret Thatcher? ¿Qué podés decir de una mujer cuyo mejor amigo es Pinochet? Thatcher era más peligrosa... Estaba enamorada de su propio poder y me alegra que no esté al mando ahora, especialmente con lo que pasó, y está pasando, en Irak.

Fuente: La Voz del Interior, Córdoba.


Aportes y comentarios: alracul@gmail.com


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