domingo, 13 de abril de 2008

El negro no duerme


Se inauguró en Mendoza


Fotos, objetos y proyecciones de Alberto Olmedo buscan revivir su trayectoria a través de una exposición que recorre el país.


Desde que la intelectualidad porteña le alzó los pulgares a Alberto Olmedo, poniéndole la ficha de "genial", su figura va alcanzando poco a poco los ribetes de mito.


Es más: esos ropajes y atributos que usó para los personajes más vistos (la vincha, las pelucas) ya podrían ser fetiches de un imaginario museo del show nacional.


Antes era chabacano, ahora lo estudian en la UBA. Algo es seguro: hay una admiración generalizada por parte de público y artistas, que crece con el tiempo.


Y eso, porque dejó sketchs indestructibles, capaces de resistir los cambios de coordenadas a base de carisma. A fuerza, también, de un humor sacaficha que no eludía lo dramático (¿recuerdan el sketch del Yéneral González?)

Ahora, a 52 años de su entrada en la escena, una muestra itinerante trae a Mendoza la bata del Manosanta, fotos inéditas, afiches originales de películas, esculturas, retratos, escritos de grandes autores nacionales y proyecciones permanentes.


Esos son algunos de los atractivos de este homenaje que revive lo mejor del capocómico - también de la persona- y que puede visitarse desde hoy en el teatro Quintanilla (subsuelo de la plaza Independencia), hasta el 30 de abril.

"Él sigue trabajando, nunca se fue, y la gente siente lo mismo, creo que, de alguna manera, él sabía que su humor iba a ser perpetuado", afirmó Mariano Olmedo, su hijo, hoy profesor de producción audiovisual en la Universidad de Lomas de Zamora. Es él el que viaja con la muestra y el que la inaugurará aquí, esta noche.

Mucho de lo que se podrá ver proviene de objetos y recuerdos aportados por la familia Olmedo y por su primera esposa, Judith Jaroslavsky. Hay fotos familiares y momentos laborales que se cruzan con escenas entre amigos: Olmedo celebrando la temporada marplatense; el Capitán Piluso con Martín Karadagián y Coquito en el Luna Park, en una función a beneficio de la Casa Cuna, en 1960.

La exposición abarca desde los inicios del humorista rosarino, hasta los trajes utilizados por el artista para interpretar a algunos de sus más recordados personajes: El Manosanta, Rucucu, Chiquito Reyes, Yéneral González, entre otros.


También se podrán ver todas las películas y sketches televisivos del actor, en horarios rotativos. Una parte importante la ocupan antiguos afiches que sintetizan toda una época del cine nacional: "Los reyes del sablazo", con Susana Traverso y Luisa Albinoni; "Departamento compartido", con Graciela Alfano y Tato Bores; "Los hombres sólo piensan en eso", con Alfano y Porcel.


La muestra itinerante había sido presentada primero en el Palais de Glace, para luego trasladarse a Rosario, Mar del Plata y Córdoba. Ahora le toca el turno a Mendoza. / Mariana Guzzante

Fuemte:Los Andes/Mendoza.-


Aportes y comentarios: alracul@gmail.com




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